La Xunta de Galicia hace públicos dos nuevos protocolos para residencias y centros de día, que rectifican los protocolos anteriores con el fin de que, cuando se dicten restricciones específicas por aumento de la incidencia de casos de coronavirus en el territorio en el que se localicen, se puedan seguir realizando visitas y salidas en el caso de residencias y se evite el cierre en el caso de los centros de atención diurna.
Una resolución conjunta de la Consellería de Sanidade y la Consellería de Política Social que se ha hecho pública en la tarde de este jueves, 17 de septiembre, especifica las nuevas medidas que deberán adoptarse en los centros residenciales en relación con el régimen de visitas, salidas y otros aspectos organizativos; y las medidas específicas para los centros de atención diurna, en el contexto de la situación epidemiológica relacionada con la infección ocasionada por el virus SARS-CoV-2 (COVID-19). Las medidas entran en vigor desde el momento de la publicación de la resolución.
Los protocolos se dirigen a los centros ubicados en concellos o zonas geográficas donde se establezcan restricciones de actividades y aforo.
Las restricciones territoriales incluían hasta ahora la prohibición de visitas y salidas en centros residenciales y el cierre de los centros de día. El nuevo documento contempla medidas graduales en función de tres niveles de riesgo de aparición y control de un brote —bajo, medio o alto—, si bien es cierto que hasta ahora la Xunta no había hecho públicos los niveles de riesgo de cada zona, sino que lo ha comunicado puntualmente en alguna de las órdenes con las que se establecieron restricciones territoriales.
Centros residenciales
Las residencias de personas mayores y personas con discapacidad y los centros sociosanitarios para la atención a personas con enfermedad mental grave han sido especialmente castigados por la pandemia y esto ha motivado restricciones continuas de contacto social que supusieron la disminución o anulación de visitas de familiares y de salidas al exterior de las personas residentes.
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) en un comunicado del 12 de agosto de 2020, señaló que las restricciones de contacto social están causando importantes efectos en las personas residentes afectando a su estado de salud físico, psíquico y emocional.
Entre las importantes repercusiones negativas, se han visto incrementos en la incidencia de síndromes geriátricos, la pérdida de anclajes afectivos y motivaciones, o en la aparición de trastornos afectivos como síndrome de ansiedad, distimia o depresión. También se han reportado aumentos de aparición de sarcopenia (pérdida de masa y función muscular) y fragilidad, de síndrome de inmovilidad, de incidencia de incontinencia urinaria o agravamiento de la misma, etc., y se han agravado los deterioros cognitivos ya presentes, incrementando la incidencia de sintomatología conductual y de delirium. Por todo ello, la SEGG reclamaba como primordial mantener el equilibrio entre la necesidad de proteger de contagio a la población institucionalizada y la de proteger también su salud mental y física y la necesidad de interacción interpersonal con sus seres queridos.
El nuevo protocolo indica que se realizará un cribado al 100% del personal que trabaja en las residencias de mayores y de atención a la discapacidad y, cada dos semanas, se llevará a cabo un muestreo aleatorio entre los usuarios de todas las residencias de Galicia que no presenten síntomas.
Entre las condiciones y características a implantar en los centros residenciales de manera general está la limitación de visitas a una persona por residente durante una hora al día, que se solicitarán mediante cita previa. Los visitantes responderán a una encuesta clínico-epidemiológica antes de acceder al centro, se desinfectarán las manos en el acceso y se verificará el uso de mascarilla quirúrgica y el mantenimiento de la distancia de seguridad durante toda la visita. Cuando sea posible se realizarán las visitas en un lugar abierto ajardinado, y se habilitará una sala específica próxima a la entrada, ventilada adecuadamente, que se higienizará después de cada visita.
Las salidas de las personas residentes fuera del centro se limitarán al máximo, aunque se permitirán paseos en zonas amplias y espacios verdes en una distancia de un kilómetro alrededor del centro cuando este no cuente con jardines o espacios al aire libre. Las personas residentes sin infección podrán salir para realizar todas las consultas médicas programadas acompañados por personal del centro o por el familiar de referencia llevando mascarilla quirúrgica y respetando la distancia de seguridad. El aislamiento después de una salida no se realizará a no ser que se presenten síntomas compatibles con COVID-19. En este caso se realizará el aislamiento hasta conocer el resultado de la prueba PCR.
Ciertas restricciones dependerán del nivel de riesgo de aparición y control de un brote. Se establecen tres niveles de riego y las condiciones para cada uno de ellos:
Centros de atención diurna
En centros de día para personas mayores, centros de día para personas con discapacidad y centros ocupacionales se presta una atención integral durante el día a personas en situación de dependencia con el objetivo de mejorar o mantener el nivel de autonomía personal, así como apoyar a sus familias o personas cuidadoras. Los continuos brotes que están sucediendo en el territorio gallego han llevado a la adopción por parte de la Administración de continuas medidas restrictivas que, en algunos concellos han incluido el cese de la actividad de estos centros.
Los múltiples impactos y secuelas a nivel físico, psicológico y de calidad de vida que el cierre de este tipo de centros tienen en las personas de especial vulnerabilidad como las personas con demencia, obliga a buscar el equilibro entre la necesidad de proteger de contagio a la población usuaria y los beneficios que reporta la asistencia a estos centros.
Las medidas del nuevo protocolo se aplicarán en todos los centros atención diurna para personas mayores o personas con discapacidad y centros ocupacionales localizados en concellos o zonas geográficas en las que se establecen restricciones de actividades y aforo, mientras las mismas permanezcan vigentes.
En todo momento se respetarán las medidas de vigilancia, prevención y control estándar, tales como el uso obligatorio de mascarilla, mantenimiento de la distancia interpersonal, etc. Se pondrá especial atención en la ventilación de los espacios y todo el personal y personas usuarias realizarán una evaluación y registro diario de síntomas compatibles mediante una encuesta clínico-epidemiológica. Se promoverán los grupos de convivencia estables de 10 personas usuarias con personal asignado al grupo manteniendo la mayor homogeneidad posible.
Por otro lado, no se celebrarán actos colectivos en los que participen personas externas, se suspenderán las visitas no imprescindibles y se revisará el acceso de proveedores para evitar contacto con las personas usuarias.
Al igual que en el caso de los centros residenciales, se establecen tres niveles de riesgo en función de los cuales se establecerán las condiciones de las restricciones:
